
Amigos.
La vida de siete nuevos mártires en la carretera Copiapó Caldera, no pasará al olvido, y quedará en el recuerdo del sufrido pueblo de Atacama, y martillando en la conciencia de quienes pudiendo hacerlo, no han apurado una doble vía a que tenemos derecho, como esas de que gozan los santiaguinos.
Nuevos mártires se suman a otras animitas en la larga carretera de muerte, sangre y desolación.
El atroz sacrificio de estas familias de chilenos vivirá para siempre en nuestro recuerdo. Dios los tenga en su reino.
La vida de siete nuevos mártires en la carretera Copiapó Caldera, no pasará al olvido, y quedará en el recuerdo del sufrido pueblo de Atacama, y martillando en la conciencia de quienes pudiendo hacerlo, no han apurado una doble vía a que tenemos derecho, como esas de que gozan los santiaguinos.
Nuevos mártires se suman a otras animitas en la larga carretera de muerte, sangre y desolación.
El atroz sacrificio de estas familias de chilenos vivirá para siempre en nuestro recuerdo. Dios los tenga en su reino.