En alas del deseo
Id ardiente suspiro,
Donde la bella mía
De mis amores nido:
Id en su dulce seno,
Celeste paraíso,
Párate silencioso
Y mil sabrosos mimos,
con ala delicada
Harásle enardecido;
Y luego de su boca,
Zafir en dos partido,
Le robarás su aliento
De respirar divino.
Si supiera por suerte,
Que mensajero mío
Eres, y no te arroja
Con ademán esquivo,
Dile que fielmente
Adorándola vivo:
Dile que de un esclavo
Haré a su planta oficio,
Si al aceptar mi vida
La paga con cariño.

Que llegue a sus oídos
Que puede, de su alma,
Temer pérfido olvido
Dile tan solamente
Que su amoroso hechizo
Grabado está en mi pecho
Incontrastable y fino;
Dile que a sus mandatos
Humilde me resigno,
Que alegro mi tristeza
Amándola sumiso.
Pedro León Gallo Goyenechea.